Cuidado: Spoilers
Este jueves 23 de Febrero fuí al cine a ver La Ballena – The Whale, con Brendan Fraser. De entrada esperaba, como lo es, una película basada en un drama. Al inicio me llamó la atención el formato cuadrado, parecía que iba a ver un programa de TV de los 70´s, incluso la escenografía da una remembranza de décadas pasadas. Ya después me di cuenta, según mi opinión, que el Director Aronofsky, decidió ese formato para dar realce a la interacción entre personajes, por ello creo no se ocupa un plano más amplio.
La historia se basa en un personaje, Charlie, profesor de oficio con obesidad mórbida, homosexual, que vive solo en su casa y esta en un estado de depresión, ansiedad, abandono y traumas psicológicos por eventos en el pasado, que repercutieron en su decisión de abandonarse y hacerse adicto a la comida (seguramente tratando de llenar su inmenso vacío existencial), con sólo una amiga enfermera (Liz) que lo cuida. Pasa sus días con muy poca interacción humana, salvo los repartidores de comida que llegan a su puerta y los alumnos en línea a los cuales da clase. Por su obesidad no puede salir de su casa sin ayuda y batalla mucho para moverse, hasta para ir al baño.
De entrada su forma de vida en una casa desordenada y no muy limpia, su forma de comer y su aspecto físico de obesidad extrema provocan repulsión. Pero conforme pasa la trama, nos vamos dando cuenta el porqué de su vida y se empieza a empatizar con el personaje. Tiene una hija (Ellie) que lo repudia, con años de no verla y ya que siente que su muerte se acerca, la busca pero ella lo trata con odio por haberla abandonado con su mama desde los 8 años por otro hombre, del cual se enamoró y que tuvo una muerte trágica. Todo ello llevó al descuido y abandono de sí mismo que resultó en un deplorable estado de salud.
Muy enfermo del corazón, su amiga la enfermera le detectó una condición cardíaca urgente de atender, si no, moriría en días. Reusándose a una obligada hospitalización, insiste en ver a su hija a espaldas de su amiga Liz y su exesposa, buscando una auto redención, lo que da tintes dramáticos en la interacción entre personajes con escenas crudas y realistas. El espectador ve desde su lugar un acercamiento a una realidad y nos podemos bien reflejar en las diversas miserias humanas que proyectan los personajes.
Excelente actuación de Brendan Fraser sin duda, lo que le ha valido una nominación al Óscar por mejor actor principal en la ceremonia del año 2023, sin menoscabar la de Sadie Sink como Ellie la hija y Hong Chau como Liz su amiga enfermera.