Llegada a Auckland Nueva Zelanda

Hola de nuevo. En el anterior post narré cómo surgió este viaje de manera fortuita. En este segundo post narraré ya lo que es en sí el viaje hasta Nueva Zelanda.

Cabe mencionar que ya que me dedico a la producción audiovisual, me fuí equipado con una cámara Canon G12, una GoPro para montarla en la moto y la cámara de mi iPhone, un iPad y un montón de accesorios. No podía desperdiciar la oportunidad de captar las imágenes del viaje tan maravilloso que nos esperaba.

Antes de salir, ya con los boletos de avión, había investigado y leído algo sobre Nueva Zelanda y me excitaba ver cuan lejos estaba y su situación geográfica. Está verdaderamente muy lejos de México. Alguien me dijo que era el país más lejano, no lo corroboré pero de que esta muy lejos, está muuuy lejos.

Salimos desde Durango, Dgo. en avión muy temprano, a las 6:15 A.M. del aeropuerto Guadalupe Victoria, haciendo escala en México, D.F. en el aeropuerto Benito Juárez, hicimos una espera de 3 horas, luego salimos a Los Ángeles, California por Aeroméxico, para después tomar el avión de ahí mismo directo a Auckland, Nueva Zelanda, ¡un vuelo de 12 horas! 11,740 km de distancia.

Antes de abordar el vuelo en Los Ángeles, fue muy notorio algo que observamos mi compañero y Yo: el tipo de personas que iban a abordar con nosotros tenían una forma de vestir desenfadada, muy informal, muy sencilla. Y es que después nos dimos cuenta que los kiwis (así les gusta que les digan a los Neozelandeses) son así: muy sencillos, estilo provinciano, hospitalarios y cálidos.

Para darnos idea de las distancias, el inmenso océano Pacífico separa a México de Nueva Zelanda. Australia está a 2,224 km al noroeste de la misma.
Para darnos idea de las distancias, el inmenso océano Pacífico separa a México de Nueva Zelanda. Australia está a 2,224 km al noroeste de la misma.

El viaje en total duró 22 horas, algo cansado, afortunadamente tenía yo una tarjeta Priority Pass, que permite entrar gratis hasta con dos acompañantes a los Lounges V.I.P. de casi todas las aerolíneas del mundo. Son áreas de descanso muy cómodas por lo general con comida y botana de varios tipos, bebidas de todo tipo (desde agua hasta vinos tintos), WiFi, baño, WC, salas con cómodos sillones, videojuegos, periódicos y revistas, pantallas de TV, spa, etc. y personal de servicio, que le avisan al viajero si su vuelo está próximo.

El avión de Air New Zealand era muy cómodo y lleno de amenidades, excelente comida, el servicio por parte del personal del vuelo excelente, muy atentos y llenos de atenciones, por lo que el viaje fue bastante placentero. Ahí conocimos a una chica mexicana, Gaby, que trabaja en mercadotecnia en la compañía Coca Cola en ese país austral, y que se convirtió en nuestra amiga, ya que platicamos mucho durante el vuelo.

Llegar al aeropuerto de Auckland, fue una sensación extraña ya que estábamos muy lejos de nuestra casa, y estaba emocionado por ver lo nuevo que estábamos por conocer. El aeropuerto es muy moderno y funcional. Ahí nos estaba esperando Trevor, representante de la empresa Paradise Tours NZ, listo para llevarnos al hotel. Después de subir nuestras maletas a su vehículo, observábamos con curiosidad el recorrido, mientras él nos explicaba algunas cosas sobre la ciudad y el viaje que nos esperaba, y nosotros haciéndole preguntas sobre lo mismo, o empezar a conocer un poco sobre la gente y cultura del país.

Auckland está situada en la Isla Norte, su área metropolitana es la mayor del país, con más de 1,200,000 habitantes. Es la ciudad más poblada, sin embargo la capital es Wellington. Está rodeada por dos magníficas bahías y tiene cerca de 50 conos volcánicos. Tiene más de 50 clubes de velerismo, siendo la ciudad con más veleros per cápita del mundo. Los domingos miles de embarcaciones navegan por las aguas de la bahía de Auckland. Es considerada la cuarta mejor ciudad del mundo para vivir.

Hay más de 40 campos de golf, 400 en todo el país. Son gente que respeta mucho los ecosistemas. El crimen casi no existe ni hay propaganda política; los policías van desarmados, los niños pequeños andan libres y viajan solos en el transporte público. No hay graffiti, ni comercio informal. No hay borrachos ni pordioseros. La pobreza prácticamente no existe en este país. Los neozelandeses proporcionan a los visitantes hospital y servicios médicos gratuitos en caso de accidente.

[googlemaps https://www.google.com/maps/embed?pb=!1m18!1m12!1m3!1d204286.2829764071!2d174.66839762473523!3d-36.867060989225365!2m3!1f0!2f0!3f0!3m2!1i1024!2i768!4f13.1!3m3!1m2!1s0x6d0d47fb5a9ce6fb%3A0x500ef6143a29917!2sAuckland%2C+Nueva+Zelanda!5e0!3m2!1ses-419!2smx!4v1455164634662&w=700&h=400]

El aire es muy limpio, en una ciudad moderna donde conviven gente de muchas etnias, se siente muy cosmopolita. En Nueva Zelanda la moneda es el Dólar Neozelandés, que equivale como a un 85% del valor del dólar americano.

Una vez instalados en el hotel, nos fuimos a dar una vuelta y conocer un poco la ciudad. Las chicas kiwis son muy bellas, agradables y es fácil entablar una conversación. El inglés lo hablan con un acento un tanto extraño. Obvio no podían faltar las compras. Vimos unas tiendas de especialidad en Outdoors (campismo, escaladas, excursiones, o sea aventuras extremas), donde vimos ofertas en unas marcas de ropa de alta calidad, Katmandú, y compramos algunas prendas que nos iban a servir para el viaje, entre otras cosas.

En la ciudad hay excelentes lugares para comer, tomar café, beber cerveza, museos, estadios (el famoso estadio Eden Park de los All Blacks, multicampeones mundiales de rugby, el deporte nacional), hay muchas áreas verdes, incluso visitamos el Auckland War Memorial Museum, con una increíble exposición de naturaleza, historia, cultura y épocas de la guerra entre muchos temas más.

Ya al anochecer después de comer y darnos un baño, nos fuimos a explorar el ambiente nocturno, que es excelente, ya que hay de todo: bares, antros, lugares para bailar, restaurantes, teatros, cines, etc. Nosotros simplemente caminamos para conocer la ciudad de noche, y nos adentramos al centro, sacando foto y video de edificios, plazas, gente…

Después de dos días de disfrutar la ciudad, Trevor fué por nosotros al hotel para llevarnos a su sede, donde tenían nuestras motos listas, para empacar todo en las maletas especiales que van muy bien ensambladas en la parte trasera. Nos enseñó las particularidades y prestaciones de cada moto, nos pusimos el equipo (traje, casco, guantes, intercomunicadores, etc.), nos subimos a las motos, arrancamos atrás de la camioneta de Trevor ya que nos guió hacia la salida de Auckland y ¡voalá! ¡nuestro viaje iniciaba!

Aquí edité un video con material del viaje en Auckland, editado de forma sencilla espero lo disfruten. Siguiente parada: Rotorúa.